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Reseña: DAY ZERO TULUM
El festival Day Zero llegó a tierras mexicanas este 11 de enero en uno de los lugares más bellos de Tulum, Cenote dos ojos, para poner a bailar a miles de asistentes. Si este año te lo perdiste te contamos nuestra experiencia paso a paso dentro de este mágico y místico lugar.
El festival comenzó desde las 16:00hrs, y es que desde ya muy temprano comenzaban a tocar DJs dentro del venue, Sidartha Siliceo abrió DJ set, seguido de Métrika, Lum, DAVI y nosotros llegamos a las 23:00hrs cuando se encontraba tocando unos beats Four tet, desde la entrada ya se podía notar la presencia de mucha gente en su mayoría mercado extranjero queriendo accesar, tardamos aproximadamente una hora en lograr ingresar y ya nos esperaba el transporte para llevarnos hasta el Cenote por protección y seguridad de muchos asistentes ya que el lugar se encontraba en medio de una jungla.
Hicimos aproximadamente 20 minutos en llegar a la entrada oficial, donde se celebraría la ceremonia de la llegada del año nuevo maya, desde que bajamos de las camionetas ya se podía escuchar la música a todo volumen, sonidos envolventes que te llevaban poco a poco a la pista de baile y como ya era de noche se podía apreciar mucho mejor las miles de luces que adornaban el lugar, si mirabas al cielo, podías notar las estrellas que hacían del venue algo mucho más espectacular.
Dentro de Day Zero se encontraban muchas tiendas donde podías adquirir productos ecológicos y veganos, el festival en su mayoría hacia alusión al cuidado ambiental, la música y el arte en general.
Para nosotros el festival comenzó con DJ Satori quien le hizo homenaje al significado de su nombre: energía e iluminación. Y aunque es un DJ que no tiene un género definido, juega con distintos sonidos electrónicos y de la naturaleza, no le tiene miedo a nada e hizo que el lugar explotara con energía pura. Después miles bailaron al ritmo de Bedouin, un proyecto conjunto de dos nomadas con raíces en Oriente Medio y que juntos comparten una visión musical ecléctica en el que se fusionan sus raíces con sonidos occidentales.
Al caminar por el evento podías ver áreas de arte en su máxima expresión, ideales para tomarse fotos y compartir experiencias con el grupo de amigos que fueras, para bailar podías escoger ir al escenario principal MainStage o a ‘The Club’, si querías relajarte un poco y escuchar solo la música habían camastros disponibles al igual que hamacas. Llegaba la madrugada y Black Coffee se hacia presente con sus Beats inconfundibles en MainStage, los ánimos estaban a tope y la gente eufórica.
Finalmente cerraba el show la estrella de la noche: Damian Lazarus, DJ excéntrico y carismático, creador del concepto y ya conocido por llevar sus sets siempre un paso más allá de lo previsible, tanto en la selección como ejecución. Puso al tope los hits potenciales para la pista y la gente no dejaba de sonreír.
Sin duda la escenografía impecable, un lugar muy bien seleccionado y música de primera, un festival que no debes perderte el próximo año.
enero 18th, 2019